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3.4.11

Primaveral semana

La semana pasada hubo alguna baja en la oficina y le comenté a mi vecina Noelia: "a pesar del contacto que tenemos con tanto público no he pillado ningún virus". Adrián, desde la otra punta sugirió: "toca madera" y, como tocarle la cabeza hubiera sido una ofensa, toqué la mesa, jajajaj. ¿Eso has dicho? 
El fin de semana pasado visitó nuestro pueblo la Mare de Deu dels Desamparats, la peregrina, y el pueblo se vistió con sus mejores galas. Nos hizo un tiempo verdaderamente primaveral y como suele pasar con los cambios de temperatura o ¿fue el cambio de hora?, yo, pillé el virus, una angi-gripe que me ha durado toda la semana.
Mi sobrino Víctor se vistió con el traje típico valenciano y la devoción de nuestro pueblo no pasa desapercibida en estos tiempos.

Mientras tanto, Claudia, mi hija mayor visitaba Holanda con el grupo del estudio en el que colabora. Allí disfrutó lo indecible, hizo comparaciones con el país de procedencia llevando las manos a la cabeza al ver las bicicletas en la calle sin candado.
Entre sus fotos veo que probó el Apple pie como le sugerí.
Se encontró con nuestra querida Lila y no volvió sin unos típicos tulipanes, leyenda urbana que no me acaba de quedar clara.
Y a duras penas ha transcurrido esta semana que aguanté hasta que el Miércoles empecé a tomar antibiótico. La recuperación con el Ibuprofeno se hacía muy lenta y difícil trabajar con apenas voz. La gente no se hizo muy pesada, al ser fin de mes no hubo aglomeración en los pagos.
Esta semana llegó un regalito, gentileza de Marta de Oli Novembre, una sorpresa que acentúa las relaciones que surgen en la red. Su empresa elabora un aceite que me lleva a soñar con proyectos que tienen que ver con las tierras que dejaron mis abuelos y que, por lejanía se han hecho imposible de explotar por nosotros. Si mi abuela levantara la cabeza!!!!
Y llega el fin de semana con idea de descansar, mejorar y cuando se aleje el Sol de mi galería, planchar, que no queda más remedio. No hay ánimos para recetas, quizás la semana que viene, solo cocina de supervivencia y sofá. Pero como la vida da sorpresas, me levanto el Sábado y mi marido había arrancado la persiana de la cocina que estaba destrozada, la mejor solución. A la basura un visillo podrido de ganchillo hecho por Encarna que duró lo suyo y a tapar el Sol con la tupida cortina de algodón que, al ser amarilla, triplica el amarillo de la luz solar contrastando demasiado con la luz del resto de la casa. Son gritos de reforma que esta crisis hace imposible en estos momentos.
Y yo que ya no solía utilizar miel cuando cambiaban la hora!!!! No tendrá nada que ver pero asocio la miel al Invierno, a lo caliente, a la prevención de resfriados. Y cuando llega la Primavera ya tomo la leche fría, incluso el té en los que la miel no se disuelve con facilidad.
Y en una mañana de Domingo tranquila os dejo estas imágenes del viaje de Claudia. 
A tod@s Feliz Abril y Feliz Primavera!!!!