Fideos con cordero lechal
Este es uno de mis platos estrella del verano. Aquí lo llamamos "Fideus amb carn ( Fideos con carne)". Mi madre en invierno no lo suele hacer porque las habichuelas de tres tipos que lleva no son de temporada, sobre todo "el garrofó" que a nosotros nos gusta tiernísimo y aquí tienen costumbre de cogerlo ya crecido. También añadimos unas habichuelas locales que llamamos "fartets", una especie de alubia redonda pero un poco morada que hacen el caldito espeso.
La carne que se utiliza es el cordero y para suavizar, un poco de pollo. Si se utiliza un cordero de una edad, el plato suele repetir a lo largo de la tarde. Si se utiliza un cordero lechal, aunque encarece un poco, la suavidad de la receta es brutal y la digestión está garantizada. De hecho, acabo de comer y fotografiar, y no se me ha ocurrido otra cosa que hacer los ejercicios para las lumbares que me mandó el osteópata, así que fácilmente después de esta comida se puede uno ir a trabajar sin modorra.
Ingredientes:
-bracito de cordero lechal (se puede poner pierna también, pero el bracito es más tierno)
-muslo y contramuslo de pollo (o bien unas alitas si os gustan más)
-una zanahoria
-una chirivía
-un nabo
-dos patatas gordas
-fideos del nº 2
-un puñado de habichuelas verdes (perona por ejemplo)
-un puñado de garrofó (no he puesto porque no es temporada)
-un puñado de alubias frescas que tenía congeladas
-una cebolla rallada
-un tomate rallado
-pastilla de caldo de carne bio (en herboristerías)
-aceite AOVE
-sal
-azafrán
Se sofríe la carne en la cazuela (para estas comidas me gustan las cazuelas de hierro). Se añade la cebolla rallada y se sala.
Cuando tengamos la cebolla dorada añadimos el tomate rallado y sofreímos.
Añadimos toda la verdura troceada, damos una vuelta a todo para que coja el sabor del aceite y añadimos el agua para la cocción. Cuando empiece a hervir añadimos las habichuelas que tengamos congeladas y salamos, cerramos la olla.
Dejamos cocer unos 15 m dependiendo del tipo de cordero que utilicemos y también del tipo de olla que tengamos.
Pasado este tiempo apagamos el fuego, destapamos la olla para cocer los fideos.
Ponemos un puñado por cada comensal, rectificamos de sal, añadimos el azafrán y la pastilla de caldo, cocemos hasta que los fideos estén en su punto, apagamos y dejamos reposar.
Servir en el plato más bonito que tengas en casa, sí, sí, saca la vajilla, esa que no gastas nunca, tan solo en Navidad, porque el único traje que te vas a llevar el día que te mueras será uno que no lleve bolsillos.
Este es el plato de la vajilla que me regalaron cuando me casé, lo he sacado para vosotr@s, para que la receta quede tan apetitosa que os animéis a comer estos platos calientes de cuchara que en invierno tanto apetecen.
Ahhhh, y no os olvidéis de acompañarlo de un buen vino, que os caliente el cuerpo, algo tan sano como un tinto que lleva la espada bien puesta para luchar contra el bicho. Os recomiendo un Viyuela crianza 2004 para un plato como este. Esta bodega tiene unos vinos de importancia.
Bon apetit!!!!!
La carne que se utiliza es el cordero y para suavizar, un poco de pollo. Si se utiliza un cordero de una edad, el plato suele repetir a lo largo de la tarde. Si se utiliza un cordero lechal, aunque encarece un poco, la suavidad de la receta es brutal y la digestión está garantizada. De hecho, acabo de comer y fotografiar, y no se me ha ocurrido otra cosa que hacer los ejercicios para las lumbares que me mandó el osteópata, así que fácilmente después de esta comida se puede uno ir a trabajar sin modorra.
Ingredientes:
-bracito de cordero lechal (se puede poner pierna también, pero el bracito es más tierno)
-muslo y contramuslo de pollo (o bien unas alitas si os gustan más)
-una zanahoria
-una chirivía
-un nabo
-dos patatas gordas
-fideos del nº 2
-un puñado de habichuelas verdes (perona por ejemplo)
-un puñado de garrofó (no he puesto porque no es temporada)
-un puñado de alubias frescas que tenía congeladas
-una cebolla rallada
-un tomate rallado
-pastilla de caldo de carne bio (en herboristerías)
-aceite AOVE
-sal
-azafrán
Se sofríe la carne en la cazuela (para estas comidas me gustan las cazuelas de hierro). Se añade la cebolla rallada y se sala.
Cuando tengamos la cebolla dorada añadimos el tomate rallado y sofreímos.
Añadimos toda la verdura troceada, damos una vuelta a todo para que coja el sabor del aceite y añadimos el agua para la cocción. Cuando empiece a hervir añadimos las habichuelas que tengamos congeladas y salamos, cerramos la olla.
Dejamos cocer unos 15 m dependiendo del tipo de cordero que utilicemos y también del tipo de olla que tengamos.
Pasado este tiempo apagamos el fuego, destapamos la olla para cocer los fideos.
Ponemos un puñado por cada comensal, rectificamos de sal, añadimos el azafrán y la pastilla de caldo, cocemos hasta que los fideos estén en su punto, apagamos y dejamos reposar.
Servir en el plato más bonito que tengas en casa, sí, sí, saca la vajilla, esa que no gastas nunca, tan solo en Navidad, porque el único traje que te vas a llevar el día que te mueras será uno que no lleve bolsillos.
Este es el plato de la vajilla que me regalaron cuando me casé, lo he sacado para vosotr@s, para que la receta quede tan apetitosa que os animéis a comer estos platos calientes de cuchara que en invierno tanto apetecen.
Ahhhh, y no os olvidéis de acompañarlo de un buen vino, que os caliente el cuerpo, algo tan sano como un tinto que lleva la espada bien puesta para luchar contra el bicho. Os recomiendo un Viyuela crianza 2004 para un plato como este. Esta bodega tiene unos vinos de importancia.
Bon apetit!!!!!