Mermelada de peras vestida de Domingo
Se que llego tarde al Hemc de las despensas, lo se pero fue empezar a ver vuestras recetas y sentir adicción instantánea a los botes. Jamás había hecho una conserva, tan solo alguna mermelada de tomate que tras las últimas lecturas perfeccionaré.
Me encanta recuperar antiguas tradiciones y que no se pierdan las costumbres de nuestros antepasados que con la imposición de las nuevas técnicas y el ritmo de vida que llevamos, además de las herramientas de que disponemos, llega un momento en que pasan al baúl de los recuerdos.
Tras hacer unas cuantas mermeladas caseras, este fin de semana probé una de melocotón que tenía empezada en la nevera, comprada en supermercado, y me supo fatal. Creo que a partir de ahora ya no me faltará una mermelada casera.
También he intentado alguna conserva que os iré enseñando y cómo no, he pagado la inexperiencia de la primera vez, como se suele llamar: el embotado, el vacío, la esterilización.
Hasta que me supe de memoria el proceso tenía mil dudas pero ya estaba cazuela en mano, botes llenos y con todo el entusiasmo cerrados y en la despensa.
Qué risa, cuando me doy cuenta, leyendo por vuestros blogs de que había que dejarlos boca abajo unas 24 horas y los días siguientes observar si el vacío está bien hecho para luego etiquetar y guardar. Qué dices? Pero si yo ya lo tenía guardado y con etiquetas monísimas!!!!
Lo puse todo en la nevera para que no se perdiera: salsa de tomate, berenjenas en escabeche, mermelada de ciruela, mermelada de higos y pera.
He regalado algún bote que otro y el resto lo vamos consumiendo.
Esta ha sido la novatada.
Pero la receta que os traigo es una práctica después de haber hecho la tesis de esterilización, después de haber aprendido de los errores y tras haberme paseado por vuestras maravillosas despensas que dan gusto.
MERMELADA DE PERA
Compré 2 kg de peras y después de pelarlas me quedó 1 kg de fruta.
500 gr azúcar
1 vaina de vainilla
Añadir el azúcar a la fruta y dejar reposar toda la noche.
Al día siguiente se pone en una cazuela con la vainilla a cocer a fuego medio unos 15 m.
Se tritura con la batidora evitando triturar la vainilla y se continua cociendo hasta que tenga la consistencia de mermelada.
Hice además 500 gr de pera con 140 gr de fructosa para mi padre que no puede tomar azúcar.
Si os digo la verdad me gustó más con fructosa, el sabor es más natural.
Paralelamente, en una olla hervir los botes durante 20 m para esterilizarlos. Cuando vayamos a poner la mermelada tendremos los botes calientes que habremos sacado del agua y puesto en un paño boca abajo.
Llenamos los botes hasta 1 ó 2 cm del tope y los tapamos.
Los ponemos boca abajo en un lugar oscuro durante 24 horas.
Al día siguiente comprobamos que el vacío está bien hecho y observamos durante los días siguientes (una semana).
Para guardarlos los etiquetamos y tapamos con papel, poniendo la fecha en la que hemos hecho la mermelada, lo que yo llamo vestirla de Domingo, con lazos incluidos.
Después de todo lo que he podido leer, yo a las mermeladas no les hago el vacío porque no hago grandes cantidades y no creo que aqui vayan a durar mucho.
A la verdura sí que le hago el baño maría porque hago más cantidad y no se lo que va a durar. También porque tengo entendido que con las verduras se procede así.
Para hacer el baño maría, después de llenados y tapados los botes los pondríamos separados por un paño en una olla con agua hirviendo durante 20 ó 30 m. Pasado este tiempo se dejan enfriar allí mismo y luego se sacan, se secan y se observan unos días.
Si el vacío está correcto se procede al etiquetado.
Nada de esto es de mi cosecha, es todo lo que voy aprendiendo de vuestros blogs en los que habéis tenido la amabilidad de enseñar vuestras despensas, algo muy entrañable.
En estos momentos podría empezar a ponerme a la altura de vuestras despensas, en aquel momento me pilló completamente sin nada artesanal que mostrar.
Me encanta recuperar antiguas tradiciones y que no se pierdan las costumbres de nuestros antepasados que con la imposición de las nuevas técnicas y el ritmo de vida que llevamos, además de las herramientas de que disponemos, llega un momento en que pasan al baúl de los recuerdos.
Tras hacer unas cuantas mermeladas caseras, este fin de semana probé una de melocotón que tenía empezada en la nevera, comprada en supermercado, y me supo fatal. Creo que a partir de ahora ya no me faltará una mermelada casera.
También he intentado alguna conserva que os iré enseñando y cómo no, he pagado la inexperiencia de la primera vez, como se suele llamar: el embotado, el vacío, la esterilización.
Hasta que me supe de memoria el proceso tenía mil dudas pero ya estaba cazuela en mano, botes llenos y con todo el entusiasmo cerrados y en la despensa.
Qué risa, cuando me doy cuenta, leyendo por vuestros blogs de que había que dejarlos boca abajo unas 24 horas y los días siguientes observar si el vacío está bien hecho para luego etiquetar y guardar. Qué dices? Pero si yo ya lo tenía guardado y con etiquetas monísimas!!!!
Lo puse todo en la nevera para que no se perdiera: salsa de tomate, berenjenas en escabeche, mermelada de ciruela, mermelada de higos y pera.
He regalado algún bote que otro y el resto lo vamos consumiendo.
Esta ha sido la novatada.
Pero la receta que os traigo es una práctica después de haber hecho la tesis de esterilización, después de haber aprendido de los errores y tras haberme paseado por vuestras maravillosas despensas que dan gusto.
MERMELADA DE PERA
Compré 2 kg de peras y después de pelarlas me quedó 1 kg de fruta.
500 gr azúcar
1 vaina de vainilla
Añadir el azúcar a la fruta y dejar reposar toda la noche.
Al día siguiente se pone en una cazuela con la vainilla a cocer a fuego medio unos 15 m.
Se tritura con la batidora evitando triturar la vainilla y se continua cociendo hasta que tenga la consistencia de mermelada.
Hice además 500 gr de pera con 140 gr de fructosa para mi padre que no puede tomar azúcar.
Si os digo la verdad me gustó más con fructosa, el sabor es más natural.
Paralelamente, en una olla hervir los botes durante 20 m para esterilizarlos. Cuando vayamos a poner la mermelada tendremos los botes calientes que habremos sacado del agua y puesto en un paño boca abajo.
Llenamos los botes hasta 1 ó 2 cm del tope y los tapamos.
Los ponemos boca abajo en un lugar oscuro durante 24 horas.
Al día siguiente comprobamos que el vacío está bien hecho y observamos durante los días siguientes (una semana).
Para guardarlos los etiquetamos y tapamos con papel, poniendo la fecha en la que hemos hecho la mermelada, lo que yo llamo vestirla de Domingo, con lazos incluidos.
Después de todo lo que he podido leer, yo a las mermeladas no les hago el vacío porque no hago grandes cantidades y no creo que aqui vayan a durar mucho.
A la verdura sí que le hago el baño maría porque hago más cantidad y no se lo que va a durar. También porque tengo entendido que con las verduras se procede así.
Para hacer el baño maría, después de llenados y tapados los botes los pondríamos separados por un paño en una olla con agua hirviendo durante 20 ó 30 m. Pasado este tiempo se dejan enfriar allí mismo y luego se sacan, se secan y se observan unos días.
Si el vacío está correcto se procede al etiquetado.
Nada de esto es de mi cosecha, es todo lo que voy aprendiendo de vuestros blogs en los que habéis tenido la amabilidad de enseñar vuestras despensas, algo muy entrañable.
En estos momentos podría empezar a ponerme a la altura de vuestras despensas, en aquel momento me pilló completamente sin nada artesanal que mostrar.