Y yo sin saber lo que era el curry
No hay mayor miedo que el miedo a lo desconocido. Solo la palabra ya me tiraba para atrás por el desconocimiento de lo que es el curry, por la mezcla de sus componentes, por la autenticidad, ya sabéis, a cualquier cosa se le llama curry y si es en polvo peor que peor, a saber ... y yo para las hierbas soy muy especial, cada cosa lo que sea, si son de calidad vale pero sino aceite y sal y va que se mata.
Bueno, bueno, que no falte el pimiento rojo, ni la canela, ni muchas otras pero que sean buenas, ya me entendéis.
Había oído hablar de la pasta de curry y empecé a tener curiosidad. Nada de irme de tiendas, en primer lugar, papi google. Tenía unas marcas de referencia sacadas de blogs de confianza y en google me informé de algunas webs inglesas en las que se podía conseguir el que yo quería.
Últimamente estoy haciendo algunas compras por internet y me fastidia el pago de los portes porque ello encarece el producto evidentemente, así que, se me ocurrió ir a un supermercado indio que tenemos aquí en Valencia en C/Dr.Manuel Candela y allí tenían toda la línea de Pataks. El chico de la tienda me explicó cada uno para qué era y me dio uno suave.
El día que hice pollo, seguía sin confiar en el curry, desconocía sus propiedades y no me atreví a hacerlo para todos, no me fiaba un pelo.
Guardé un muslo y como una prueba de laboratorio lo guisé con el curry.
Aquí tenéis la salsita que me salió resultado de sofreír una cebolla troceada, tomate rallado y una cucharadita pequeña de pasta de curry. Antes sofreí el muslo y añadí a la salsa tapándolo para que se cociera. Se pone el fuego al mínimo para no tener que poner nada de agua.
Pinchad en el enlace y veréis cómo son los botes, es una pasta espesa que da muy buen sabor.
Una vez destapado el bote dura mucho tiempo en la nevera.
No sabe nadie lo que estoy aprendiendo con vuestros blogs. Ya puestos a disfrutar lo acompañé con unas papas fritas que casi no llegaron a esta foto porque mi hija al tiempo que fotografiaba iba picando. También a ella le gustó el curry. Ahora tengo una receta, un nuevo reto, hacerse uno su propio curry, claro, esto es una mezcla de especias, si tú sabes lo que pones sabes lo que te comes, ese será el próximo paso. Interesante, no?
Una reflexión a pie de página: gracias a estos supermercados podemos disfrutar de productos que tan solo se encuentran en países lejanos y que con sus culturas nos acercan hasta nuestras ciudades. No estoy haciendo alusión a los horarios de trabajo, ese sería otro debate. Aquí solo hablo de gastronomía, sabores, texturas y emociones.
Si como yo, todavía no habéis probado el curry, hacedlo, mejora mucho las salsas.
Bueno, bueno, que no falte el pimiento rojo, ni la canela, ni muchas otras pero que sean buenas, ya me entendéis.
Había oído hablar de la pasta de curry y empecé a tener curiosidad. Nada de irme de tiendas, en primer lugar, papi google. Tenía unas marcas de referencia sacadas de blogs de confianza y en google me informé de algunas webs inglesas en las que se podía conseguir el que yo quería.
Últimamente estoy haciendo algunas compras por internet y me fastidia el pago de los portes porque ello encarece el producto evidentemente, así que, se me ocurrió ir a un supermercado indio que tenemos aquí en Valencia en C/Dr.Manuel Candela y allí tenían toda la línea de Pataks. El chico de la tienda me explicó cada uno para qué era y me dio uno suave.
El día que hice pollo, seguía sin confiar en el curry, desconocía sus propiedades y no me atreví a hacerlo para todos, no me fiaba un pelo.
Guardé un muslo y como una prueba de laboratorio lo guisé con el curry.
Aquí tenéis la salsita que me salió resultado de sofreír una cebolla troceada, tomate rallado y una cucharadita pequeña de pasta de curry. Antes sofreí el muslo y añadí a la salsa tapándolo para que se cociera. Se pone el fuego al mínimo para no tener que poner nada de agua.
Pinchad en el enlace y veréis cómo son los botes, es una pasta espesa que da muy buen sabor.
Una vez destapado el bote dura mucho tiempo en la nevera.
No sabe nadie lo que estoy aprendiendo con vuestros blogs. Ya puestos a disfrutar lo acompañé con unas papas fritas que casi no llegaron a esta foto porque mi hija al tiempo que fotografiaba iba picando. También a ella le gustó el curry. Ahora tengo una receta, un nuevo reto, hacerse uno su propio curry, claro, esto es una mezcla de especias, si tú sabes lo que pones sabes lo que te comes, ese será el próximo paso. Interesante, no?
Una reflexión a pie de página: gracias a estos supermercados podemos disfrutar de productos que tan solo se encuentran en países lejanos y que con sus culturas nos acercan hasta nuestras ciudades. No estoy haciendo alusión a los horarios de trabajo, ese sería otro debate. Aquí solo hablo de gastronomía, sabores, texturas y emociones.
Si como yo, todavía no habéis probado el curry, hacedlo, mejora mucho las salsas.