EN MEDICINA SE DICE QUE: "LO MEJOR MATA LO BUENO"
Antes que nada, muchísimas gracias por todo, de verdad. Llegué ayer después de comer y al abrir el blog no tenía bastantes ojos para leer, esto era una alfombra de cariño. Abrí el correo y también tenía para un rato. Lo lógico era que me pusiera a escribir aquí, en mi sitio, a contaros y daros detalles pero me bloqueé, no supe por dónde empezar, ni lo se todavía. Pensé que si me daba una vuelta por ahí e iba llamando vuestras puertas, podíais ayudarme a volver. Dejé unos comentarios y cerré. Hoy cuando he abierto, las respuestas se habían hecho evidentes y aquí empieza lo que podría llamarse como dice Maricruz "rueda de prensa" (eres revoltosa ehhh) aunque de celebritie nada. También quiero que quede muy claro que esto ha sido una intervención en la que me han sustituido el expansor por la prótesis de gel de silicona, o lo que es lo mismo una reconstrucción mamaria por cáncer, nada de ir a ponerme tetas (ni siquiera llamo tetas a las mamas cuando hablo en serio). Aunque parezca una tontería una cosa son las tetas y otra las mamas, para mí. Y en estos momentos y hasta que Dios quiera tengo: una mama y una teta, la mama es la mía, la que me queda, con la que nací, la que por desgracia no me sirvió para alimentar a mis hijas; la teta es el remedio que la medicina ha puesto a mi enfermedad, es un cuerpo extraño de 320, ni siquiera pudieron poner 370 para equiparar con la otra (aquello estaba quemado por la radioterapia de hace 11 años y peligraba necrosis), es insegura, no forma parte de mí, solo me ayuda a aparentar, a equilibrar el físico porque para equilibrar la mente no necesito de geles cohesivos, de cantidades ni de apariencias, necesito Paz. Así que Canela, de Canela y Chocolate, no pudo ser, reina, se pescó lo que se pudo, la red no coincidió con la medusa.
Pero qué os pasa?, estáis decepcionadas?, no habéis leído el título?. Yo estoy contentísima. Cuando destaparon y vi el trabajo que habían hecho, no me lo podía creer, impresionante. Si pudiera sacaros fotos, que no debo, os haríais una idea de la diferencia. Madre mía, un año esperando esto!!!!. Así pasó:
Nos fuimos el marío y yo a ingresar aquel jueves porque la operación era el viernes 23 de enero, el mismo día, el mismo día que parí hace 23 años a mi primer hijo (nació muerto, varón, lo llevaba 15 días muerto, un cáncer que no se supera jamás).
Nos dieron una habitación compartida con una chica simpatiquísima a la que le habían practicado la misma intervención hacía dos días y estaba de cine (aquello está todo estudiado, te ponen con gente para que te animes).
Me subieron al día siguiente cerca de las 10 a quirófano. Llegamos arriba y como no llevaba la vía, vino una enfermera sonriente y empezó la acción. Os juro por todos los helados de la blogesfera que no recuerdo nada más. Son momentos en los que solo existe Uno mismo, eres Tú, tu cuerpo y tu Vida, pero de esa Vida nada es seguro porque quizás no vuelvas a ella, siempre puede suceder, una anestesia general es un riesgo al fin y al cabo. Y ahí sentí que tenía la conciencia muy tranquila y que en quirófano iban a suceder varias cosas, las que trajinaran ellos y las que yo me había propuesto, porque si algo me ha enseñado esta enfermedad es que es una oportunidad. Fui entonces a pescar con un anzuelo que estimaba mucho, que se había llevado mucho de mí, largos años, duros y peleados, pero esto era un trato: yo dejaba la caña y el anzuelo y a cambio, salía con mi pesca, para encontrarme bien conmigo misma, para gustarle a él, para que sustituyera ese vacío que la enfermedad nos había dejado, sí, nos, a ambos, o no?.
No oí la voz del cirujano, no oí nada .... ya después entre lágrimas vi la cara de mi madre y de mi marido, digo entre lágrimas porque no se a qué se debe que cada vez que despierto de una anestesia o de un ataque epiléptico (soy epiléptica, mucho gusto, mona pero epiléptica), lo hago llorando. Será que no quiero volver a la vida?.
Y como era Viernes, y el Viernes en el Ivo todo el mundo va a la Umi, ese sería otro post a parte, pues me tiré todo el fin de semana en una unidad en la que tenía a 5 enfermer@s a mi servicio, monitorizada, sin poderme levantar a mear (de lo otro me había encargado yo la noche anterior, de hacerme una lavativa, digo, que ya me los conozco), y viendo a la familia solo media hora por la mañana y media por la tarde como si de una prisión se tratara. Me dormí 80 veces con el ipod, me movía que las enfermeras alucinaban porque el monitor empezaba a pitar y a mí el culo me picaba de mear en el plato dichoso, qué asco!!!!, porque ahí yo ya andaba muy vivita y no necesitaba de tanta vigilancia. Se me puso una mala leche que cada vez que entraba mi familia yo me rebotaba, tanto medicamento y unas ganas de subirme a la habitación que se me llevaban los demonios!!!!!!!!.
Y llegó el deseado Lunes. Empezaron a subirnos a las habitaciones, me tocó una con un gran ventanal vistas al parque de enfrente, ahí ya no necesité ni libros ni nada, solo necesitaba perder la vista unos días, disfrutaba sintiendo que no sentía dolor, no había tenido dolor en ningún momento, me entró miedo, cómo era posible?, y encontré la diferencia entre las molestias y el dolor, solo sentía molestias y cada vez menos respecto a lo que llevaba anteriormente. También empecé a encontrar la diferencia entre el dolor y el sufrimiento, podría sentir dolor pero en adelante el sufrimiento se había terminado porque ese era el pacto.
Quién vino a verme?. Quién no?. Ya son cosas que gracias a vosotras he enterrado. Porque quienes de verdad importan, estaban, están y ya sabéis que de futuro yo, nunca hablo. Pero si alguien quiere regodearse en la realidad, hubo ausencias y grandes, de esas de sangre, vamos, de las que son sagradas y te quedas con: Pero qué nos enseñaron cuando éramos pequeños?. A visitar a los enfermos?.
Cuando entré a la habitación estaba sola pero por la tarde entró una chica que se operaba al día siguiente. No tengo autorización para hablar de ella aquí, ni su pésima situación me sirve de consuelo, ni jamás comparo dolores, ni desde mi sitio se va a tener pena por nadie, solo tengo que decir que su tf está en mi agenda y el mío en la suya y que me engrandece conocer gente con quien comparto mi forma de vida.
Hasta aquí la primera parte y vuelo a cenar que son horas. Seguiré contando.
Ah, os he puesto palomitas para que escucharais la historia entretenid@s como en el cine. Imagen de internet.