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6.2.09

Zamburiñas revolcadas en la plancha


Estos últimos días me ha llegado de todo, un paquete por correo con un hermoso regalo que ya exhibiré, una crisis de ansiedad de paquete, el paquete que le he metido al cirujano, y, algo muy curioso, un par de bofetadas que han cruzado el Atlántico además de toda vuestra atención que siempre agradezco.
Quiero aclarar que este no es un blog de cocina, no me considero ninguna experta, me encanta cocinar pero no me apasiona, y sin apasionarme no lo hago mal, visto que por aquí se chupan los dedos de continuo.
Este es un blog de momentos, buenos y malos, tristes y alegres, un blog de lo que es la Vida y de lo que la niega o perturba.
Mi lenguaje es el que aprendí en el colegio de niña, siempre con buenas notas, tratado de mejorar a través de lecturas, literatura y siendo estricta en las reglas de ortografía sin ser perfecta.
Lo que vivo lo plasmo tal y como me sale evitando ser dura, salvaje y crítica en muchos momentos porque siempre doy una oportunidad a lo que no la tiene. No tengo más destrezas en mi forma de escribir, no me las doy de nada y cuando gusto a alguien me lleno de interrogantes.
Este blog empezó como terapia a un problema personal viendo en la cocina, un entretenimiento, un arte, la excusa y pensando en intercalar vivencias entre puchero y puchero. Pero llegó el cáncer.
Pasaron los meses y esas vivencias no eran otras que mi experiencia con el cáncer. Hay un post en el que anuncio que me voy a operar pero a la vuelta sigo cocinando y presentando mis fotos lo mejor que puedo. No nombro la quimio, no hago referencia a mi estado de ánimo, solo presumo de cacharros y disfruto con todo lo que voy aprendiendo de tod@as vosotr@s.
Quienes entonces ya me conocíais sabéis que nunca se habló de cáncer aquí porque si bien el blog había nacido como terapia a un problema no iba a hablar de otro, si no que iba a ser una evasión, herramienta para la imaginación y medio para compartir con vosotras todo tipo de momentos. Con Su compartimos, además del esplendor de sus recetas, la lucha de su padre. Con Regi vivimos a través de su blog la lucha de su hija Anna con su corazón. Maricruz se nos operó entre natillas y piñonadas, de la vista y la acompañamos en sus momentos. Y, me podría hacer muy extensa porque mi interés no son los blogs de recetas sino las personas que hay detrás de ellos.
Está claro que este es mi sitio y que cuando venis, si os nace me dejais comentario, siempre agradecido, si os vais y me dejais vuestro silencio, siempre tengo esperanza y el tiempo me ha descubierto gente como la maravillosa Adormidera que venía, no hacía ruido y tal y como venía se marchaba, ahogada a veces con lo que leía. El tiempo me la ha descubierto y como a ella, a tantas otras personas.
También está claro que no adopto ningún prototipo de comportamiento antes de entrar aquí, que no ensayo nada, que no me rijo por nada más que por lo que entiendo por educación y respeto, que unas veces os traigo CAL y otras ARENA. Y siempre me habéis acompañado.
Lo que quiero que quede muy claro es que yo no vengo a tirarme a este mi sitio, para que, según expresiones que me llegan, vosotras me recojáis. No mido mi orgullo antes de venir aquí, entre otras cosas porque no lo tengo.
A través del blog he conocido gente maravillosa, personas que de no ser por este sitio no hubiera sabido nunca de ellas y de las historias de sus vidas.
En mi correo hay diversas carpetas en las que guardo las conversaciones que tengo con vosotras porque no me permito equivocarme con nadie y es importante conocer a cada persona y no patinar con nadie.
Todo lo que me ha llegado de vosotr@s, todo, absolutamente todo ha tenido un sentido y valor para mí, hasta vuestras críticas, hasta vuestras bofetadas, que también me han llegado recientemente, porque para mí todo lo que sale de un ser humano tiene su punto positivo. Lo que no consiento, por respeto a la gente que me sigue, que me apoya y que pierde minutos de su preciado tiempo para hacerme llegar su cariño, es que alguien se salte la línea de comentarios, utilizando su confianza en mí para venir y decirme con un lenguaje macabro lo que le parece que estoy haciendo.
Estoy abierta a todo tipo de opiniones, culturas y argot utilizado con cariño pero no hasta el punto de perder mi dignidad. Aceptar que me revolco en el blog para que vosotras me deis vuestros "apapuchos" es perder mi dignidad. Y que alguien me pida que deje de hacer lo que estoy haciendo es un intento de manipulación, de no dejar que sea yo misma. Y todo en función de qué?.
A alguien le molesta que aquí se hable de cáncer? Una de cada cuatro mujeres este año lo padecerá.
A alguien le molestan mis debilidades? Que no entre, y si ya lo ha hecho, en mi blogroll hay opciones alternativas interesantísimas, en todos los idiomas.
Si alguien está en la cima del monte que estoy escalando que espere ahí arriba porque yo subo en burra, a mi ritmo, y llevo un equipaje como el de las princesas, ya sabeis que el sol ahí arriba quema y hay que protegerse con una pantalla total que sino nos salen manchas y el láser está caro.

Ahora cojo el mocho para fregar la vomitera de abajo.
Me dió una crisis de ansiedad por la extrañeza de la pesca.
La pesca no cabía en mi nevera, es más, había un gran chuletón que le hacía la competencia.
Mi reacción fue precipitada, el resultado no es tan malo, necesito acostumbrarme.
No soporto los cuerpos extraños dentro de mí.
Me esfuerzo tanto en llegar que no soporto las decepciones.
No he sido justa, he juzgado demasiado rápido.
Acepto que lo que me han hecho es mucho más sencillo que la otra operación.
Considero que en el camino de superar la enfermedad me dio un ataque de egoísmo.
Mi cirujano está enfadado con mi reacción, en mi historial pone: está muy descontenta. Dijo que le estaba ofendiendo cuando tan solo estaba cuestionando los resultados. Si dejaran de lado su orgullo podrían acercarse más al paciente.
Me han quitado los puntos y ya estoy mejor, no me tira tanto. El lunes vuelvo a ver si me quitan el drenaje. Con indicación "más tranquila".
No me siento culpable de nada, acepto la reacción como parte de este proceso.



El día que salimos del hospital volvimos a ir de pesca, pero al mercado. Compramos estas zamburiñas y sencillamente las disfrutamos a la plancha con una picada de ajo, perejil, aceite y vino blanco. Se aparta la zamburiña de la concha, se enjuaga y se pasa por la salsa antes de llevar a la plancha. Vuelta y vuelta y si se reseca, añadir un poco más de salsa.

No se llevaron muy buena puntuación, nos gusta más la frescura de nuestras tellinas de playa.

29 comentarios:

coro 6 de febrero de 2009, 18:39  

Estás en tu casa, haces bien en decir lo que te parezca, faltaría más, yo te seguiré atenta, muy atenta, porque me gusta leerte aunque a veces no pueda entender por lo que pasas, me gusta saberlo, lo bueno y lo malo.
Parecen vieiras de lo grandes que son estas zamburiñas, aquí tenemos unas de primera, riquísimas, claro que no probé vuestras tellinas de playa.
Un abrazo enorme!

Maria José 6 de febrero de 2009, 18:40  

Hola Ana,
es normal que tengas sentimientos contradictorios, no te han operado de unas anginas, por muy sencilla que digas que fue la operación. Además del dolor que puedas sentir, influye el tema psicológico.. Pero no me voy a recrear en el tema...
Para esto tienes tu rinconcito de esta inmensa bloggesfera... Para opinar, escupir, en definitiva, pero desahogarte. La cocina es mero entretenimiento.
Sigue expulsando tus momentos, porque me gusta leerte, sentirte y ver que en cada palabra eres sincera, algunas veces con ira y otras con burlesca... Pero sigues siendo tú...
Bueno, no me enrollo más.
Besos
María José

Ivana 6 de febrero de 2009, 19:46  

Ana, a veces intuyo que ha pasado algo que me he perdido, seguro que algún comentario, de personas que no entienden que un blog es como un diario personal, que ponemos lo que queremos y como queremos!
En fin, palante! Pero creo que te tendrias que dedicar a escribir, expresas TANTO!
Besazos!

Adormidera 6 de febrero de 2009, 19:58  

Sabía que llegaría el momento que lo verías tú misma. Intuía ese ataque de ansiedad.
Incluso te adelantaste a lo que había escrito hoy en mi blog.
Me reconocí en ese estado y me reconozco ahora en tu "enfrentar" al médico.
Pero todo tiene que seguir su ritmo. Tus enfados, tu decepción, la pena tiene que salir.
Luego ya hablaremos, y los que no quieran entrar que no entren. Que hay una posibilidad estupenda en internet para dejar de estar, uno pincha en la crucita arriba a la izquierda y ya!

Por experiencia sé que muchos de los médicos se quedan contentos con paliar, atajar, curar la enfermedad. Creo sinceramente que estamos hecho de pastas diferentes. Que ellos no consideran lo suficiente las consecuencias anímicas de esos problemas. Que con estar sanas ya está. Lo formal: el reconocerse en un espejo, el no experimentar asco al mirarse no está en sus prioridades. No les habrán enseñado que todo forma parte de la salud? (y no sigo por aquí por no ser injusta)

En cuanto a la competitividad y el orgullo y cómo se ofende si uno pregunta y quiere saber... ufffffffff De repente llega alguien que te toca por casualidad, y se preocupa en mirarte y te dice, te han hecho una putada pero tranquila, que será mucho menor cuando la piel se recupere, y toma estos remedios y ya verás como vas mejor, pero si no, búscame a cualquier hora que esté en el hospital y hablaremos, y casi te da la impresión que milagrosamente intenta ligar. Es muy fuerte.

No me desboco más.
Un abrazo.

En cuanto a los bichos, qué color más bonito. Es lo único que puedo decir. jajajjajaja, el mundo "animal" me resulta totalmente ajeno.

Creo que te voy a escribir un mail.
Por mi parte y mientras, tírate todo lo que necesites y si eso ocurriera, yo soy mullidita y tengo donde aguantar.

Anónimo 6 de febrero de 2009, 20:49  

Hola, he llegado a tu blog desde otro de cocina que visito de vez en cuando. He leido algunos de tus post y he pensado que no podia dejar la oportunidad de escribir un mensaje.
Me ha sorprendido tu fortaleza, tu forma de contar todo lo que te pasa, de enfrentarte a esa "pesca", eres un ejemplo para todos.
Ojala pudiera ayudarte a superar tus dolores, tus decepciones, pero no se como hacerlo. Solo quiero decirte que, desde aqui, te envio toda mi energia y todos mis buenos deseos para que te recuperes pronto, para que vuelvas a estar feliz con tu cuerpo y como no, para que nos lo cuentes aqui.
Me ha encantado leerte, testimonios como el tuyo nos ayudan a comprender un poco mas a la gente que esta pasando por ello.
Un beso y adelante.

PD: de regalo me llevo alguna de tus recetas, que he visto algunas fotos de unos postres....ummmm.....con lo que me gusta a mi el dulce....

MARIETA 6 de febrero de 2009, 21:36  

Mira a mí me encantan las zamburiñas, así a la plancha e incluso sin el adorno del ajito y demás.
Esto es tuyo, escribes lo que quieres y de la forma que te da la gana. Al que no le guste lo que pones o cómo, que no vuelva y listos.
Sin adornos.
Espero que te vayas recuperando.
Saludiños,

Flor 6 de febrero de 2009, 23:11  

Lo has dicho ta n bien y tan claro que ni falta hace acotar.

Un besote enooooorme.

Sefa 7 de febrero de 2009, 0:03  

Me reafirmo en lo que siempre te digo, me gusta leerte, es como si me lo estuvieras contando.
Tranquila con los comentarios " fuera de lugar" piensa que tienes muchas personas que te queremos y deseamos lo mejor para ti.
Me alegro que todo se vaya poniendo en su sitio, quiza en un poco mas de tiempo lo iras viendo de otra manera.
Con referencia al plato, la verdad nunca las probe, pero el color es bonito y las fotos tambien, te mando un abrazo.SEFA

Nina Maguid 7 de febrero de 2009, 10:34  

Hola Ana, vengo del blog de Adormidera.
Te dejo un saludo respetuoso y admirado, seguiré viniendo para conocerte mejor y aprender más.
Gracias por tu fuerza, no sabes cuánto se siente.
Un beso.

tanci 7 de febrero de 2009, 12:45  

Querida Ana:
Te he descubierto a través del blog de Adormidera. Me identifico contigo como buena Tauro que eres y que soy. La simetría, los colores, la armonía, el equilibrio, las formas etc,etc. nos hacen falta.Irremediablemente Venus nos lleva de la mano. Me identifico solidariamente contigo porque también conozco muy de cerca la situación por la que pasas. Estoy contigo y con todas las mujeres que se enfrentan diariamente, hora tras hora a una situación que marca. Algunas de ellas solas, sin poder comunicar, sin tener con quien compartir... Te leo Ana poco a poco y me introduzco en tus líneas y en tu escritura. Es una manera, como bien dices, de dejar parte de nuestra creatividad. Nada censurable que cada uno ofrezca lo que la vida le da, lo que experimenta, lo que está a su lado. Si alguien no es capaz de coser un pequeño descosido y luego acariciarlo con la ternura que te da el saber que está, al menos, encaminado... pues es una lástima. No saben lo que es vivir los pequeños y grandes momentos de los que está compuesta la vida.La teoría es muy simple. Todos somos uno. Y cada uno va rozando pocoa poco lo de todos. Te animo a seguir en tu creatividad y en tu comunicación.Al fin y al cabo la vida sin creatividad, sin imaginación y sin compartires no es nada. Las luces y las sombras forman parte de este mundo redondo y azul visto desde fuera. Desde dentro, nosotros lo vamos llenando de colores, de armonía, de entendimientos, de cariños, de ternuras, de afectos, de alguna que otra espina, de empatías...etc
Cruzo el atlántico llevando una bocanada de mar y salitre como cargamento, y lo deposito a tu lado en la casi certeza de que vas a recogerlo para guardarlo en una de esas carpetitas que tienes atesoradas. Eso si, procura poner mi regalito en una carpeta que sea impermeable, no quiero que mi bocanada de mar y de salitre se pierda allende los mares.
Te mando un abrazo solidario envuelto en espuma de terciopelo.

Anónimo 7 de febrero de 2009, 19:03  

Hola Ana! Hay mucha gente a la que le gusta visitar tu blog,y entre todas esas personas yo soy una más.Lo visito porque me gustan tus recetas, me gusta tu forma de expresar las cosas que te pasan. Me gusta que no sea un sitio frio, sino todo lo contrario, es un lugar tuyo, en el que nos plasmas retazos de ti. Y como lugar tuyo que es, tienes todo el derecho a escribir lo que quieras, lo que te dé la real gana.Tanto si es bueno, como si es malo, o como si es regular, lo que sea. Y me parece genial que lo hagas. Así que tu ya sabes, pa lante. Se que hay mucha gente que te hace llegar su cariño. Espero que el mio tambien te llegue, de verdad. Y te lo envio porque sí, porque sale así,el deseo que deberia tener todo el mundo hacia las demas personas, desear que esten bien y que sean felices, no porque tu vengas aqui a que nadie te "recoja" como parece que te han dicho por ahi. En fin, espero que estes mejor, y que poco a poco tu cuerpo vaya aceptando los cambios que le han pasado, y te vayas sintiendo bien y mejor. Un beso Ana. Mucha suerte

zer0gluten 7 de febrero de 2009, 23:50  

A mi me gusta tu blog tal y como es, tal y como está. Todo forma parte de todo, como en la vida. Tenemos días mejores y peores, días felices y días horrendos y eso forma parte de nosotros.
Siempre recuerdo una frase de una película que decía, si mi vida no fuera mi vida no sería mi vida.
Esto forma parte de tí.
Besos y espero que poco a poco te vayas encontrando mejor de cuerpo y espíritu.

Anónimo 8 de febrero de 2009, 9:04  

Bueno, Ana querida, se puede decir mas alto pero no mas claro. Por si te sirve de consuelo, ante la estupidez (como ante la belleza, la simpatía o la mala leche) solo cabe pensar que afortunadamente está repartida de manera uniforme por toda la humanidad. En todos sitios, en todos, hay la misma proporción: en tu entorno, en tu familia, en tu trabajo, en tu país... y por supuesto en internet

Anónimo 8 de febrero de 2009, 10:43  

Mi Querida, queridisima Ana, siento leer estos últimos post... imagino por lo que estas pasando. Creo que hay tal dureza en los cirujanos, tal falta de conciencia del otro que me quedo sin habla... Lo he padecido y te entiendo tanto, pero lo peor es que a ojos de muchos esas demandas son caprichosas, desagradecidas porque esperan secretamente que des gracias al cielo de estar viva, como sea... que se salvó del cáncer, porque ahora se queja de la teta? lo he visto tantas veces!!!
Sobre las palabras agresivas también tengo experiencia, lamentanblemente... y siento que esa herida tienes que sanarla cerándola de golpe. Hay gente que no merece ni una lágrima (aunque te lo digo despúes de que lloré litros, lo siento)
Bienvenida Ana. Yo te agradezco de corazón todo lo que compartes con nosotros, aunque a veces nos asuste (creo que eso es lo que te condenan quienes han dicho esas palabras horribles, sentirse cerca de algo que es mejor tener a muuuucha distancia)

Monica Bedana 8 de febrero de 2009, 13:33  

Ana, por dios, yo esto no lo aguanto, cada post es un vuelco...¿ahora me dices que este no es un blog de cocina?¿AHORA? Como guiri soy lenta con el aprendizaje, y cuando pienso tener algo claro tú vas y me pones todo patas arriba...

Lo otro que sí me queda MUY claro es que esta es tu casa y nos recibes come más te apetece, algunas veces con vestido de cócktail y otras en pijama y patucos...y creo que la inmensa mayoría estamos contentísimas con el trato que nos das. Los/las demás...ajo y agua...y mi primo Corleone siempre a mano ;-)))
Un beso, feliz domingo, me alegro mucho de que estés, en general, algo mejor.

Anónimo 8 de febrero de 2009, 20:27  

Ana, este blog es tuyo, y los que nos pasamos por aquí es porque nos gustan tus palabras. Altas o bajas, graciosas o tristes. Tú no llamas en puerta de nadie. Somos nosotras las que venimos a tu blog, ansiosas de saber de ti. Gracias por ser como eres. Y todos nuestros ánimos.

Anónimo 8 de febrero de 2009, 23:06  

Hola Ana
Me gusta tu Blog,es como la vida,tiene sus momentos dulces,salados,amargos,tristes y alegres¿que más se puede pedir?.
Es tu casa,una casa como las de antes,con las puertas abiertas de par en par,en la que encontramos un plato calentito que llevarnos a la boca.
Tu cocina es como tú,sabrosa y sin pretensiones.Y ya me gustaría a mí expresarme como tú,yo que para escribir estas líenas llevo más de media hora.
En cuanto a las zamburiñas,buena pinta ya tienen pero,sin que sirva de precedente,creo que a la francesa(con alguna de las salsas que preparan ellos)quedan más ricas.
En cuanto a las tellinas tú empleaste la palabra justa "frescura".Te cuento una anécdota,el novio de mi hija,que es tinerfeño,las descubrió este verano en el pueblo.Desde entonces es como el Coco el de Barrio Sesamo,pero en vez de galletas devora tellinas.
Hasta pronto¡¡. Besitos
Rosa

Su 9 de febrero de 2009, 8:24  

A ver como va todo, sobre todo como se va a daptando tu cuerpo después de la operación. Por lo demás, es tu casa y tu espacio, tu rees quien habla y enfoca las cosas como quiere, como puede o como puedes.
A quien el moleste, que no venga, es asi de fácil, el resto esta todo dicho..
ah y me gusta verte en la cocina.
Un beso grande

dewinter 9 de febrero de 2009, 10:25  

Recien aterrizada de un viaje de cinco dias, rápido me acerco a visitarte, quiero saber como estas, cuando me fuí solo sabía que estabas de vuelta en casa, y te imaginaba contenta y satisfecha, una vez pasada la prueba del quirofano.
Me ha llenado de pena y desolacion leerte, sentir el desgarro que tus palabras trasmiten... Supongo que cuando se sufre mucho, las expectativas tambien crecen, pensamos que hay soluciones mágicas y que al final del camino, si nos esforzamos y lo hacemos muy muy bien, todo será como queremos; y la decepción cuando no es así es más grande. Debería no ser de esta manera. Cuando uno se acostumbra al dolor y al sufrimiento, luego no debería afectarnos tanto la desilusión. Pero es como si nuestro corazón se aferrase a cualquier esquina con forma de esperanza y volcaramos toda la ansiedad ahí, en un foco fijo, en un punto en el horizonte, en un lugar del futuro.
Siento que no haya sido como esperabas, puede que sea cuestión de tiempo, aunque tambien el tiempo lo que hace es que nos calmemos, nos acostumbremos y aceptemos como bueno algo que en realidad no lo es.
Para algunos, o quizá para muchos, el camino a recorrer es muy duro, las piedritas, las zanjas y los laberintos se multiplican, cuando deberían dividirse...
Pero no dejes que la decepción te haga retroceder puestos, tampoco dejes que te haga "colaboracionista", si las cosas no están bien, hay que pelear por decirlo, para que mejoren, para no aborregarnos, Hay que golpear con las palabras y hacerse oir.
Supongo, por mí, que no es tanto el tema de la estetica como de la decepción, de la ilusión puesta en la resolución de problemas, en la vuelta a la normalidad, en remontar a contracorriente, luchar, luchar, aguantar, y ver que cuando los otros tienen que hacer su trabajo, no lo han hecho como debieran, y uno no puede poner mas, no puede mas... hasta que se levanta la cabeza, se mira alrededor, nos inunda el coraje y emprendemos una nueva batalla, contra la injusticia, la incomprensión, el vacio, el "esto es lo que hay"...
Pero tu tienes mucho en tí, mucho coraje, mucho valor, muchas palabras, mucha belleza; no sé que te pasó, quien te dijo qué, ni porqué, casi no me importa, me importa como contestas, lo que dices, como lo dices, como cada línea deja ver un poquito de tu alma, como regalas trocitos de tu vida a los que nos dejamos caer por tu lugar.
No quiero extenderme mas, tampoco sé que más te diría, tú tienes en realidad todas las respuestas.
Un beso muy fuerte,
Rebeca

Anónimo 9 de febrero de 2009, 11:15  

Hola Ana...

Empiezo la semana con fuerza y una parte, gracias a tí...¿ Ves como poco a poco cada cosa retoma su lugar ?... existe una armonía por encima de las cosas, un algo más que da sentido a todo. Tu verdadera naturaleza acaba por imponerse a poco que le des oportunidad y te acerca a tu meta. No desfallezcas, recuerda aquello de: Quien resiste, vence...


No soy demasiado proclive a comentar sobre comentarios que hacen otras personas en los blogs, más que nada porque pienso que cada cual en su espacio es el que da el tono y a mi me gusta que esa labor, en el tuyo, la desempeñes tú...No obstante, quiero mostrar mi discrepancia en relación a generalizaciones tipo " la dureza de los cirujanos " porque me parecen sobradamente injustas e inciertas.


No quiero abundar en el tema porque creo que hay cosas en tu post por las que tod@s debemos darnos por satisfech@as. Tú das respeto y mereces obtener lo que das.



Un fuerte abrazo...

Anónimo 9 de febrero de 2009, 13:36  

Hola Anita. No te preocupes tanto si alguien quiere criticar tu blog. No tiene derecho, porque esta es tu casa, donde me gusta venir de vez en cuando y leer cómo te sientes y cómo cocinas :)

Por cierto, ayer hice la fabada vegetariana para comer hoy y está para chuparse los dedos :)

un beso grande y quéjate, tienes todo el derecho del mundo

dolorss 9 de febrero de 2009, 21:02  

Ahí estás de nuevo entre sartenes, sacando todo lo que llevas dentro, lo bueno y lo no tan bueno pero tuyo al fin.

Esto es lo que hay y el que quiera que lo lea y el que no pues que no lo haga.Nadie está obligado.

Pienso que este blog es tu espacio y lo compartes con quienes quieren compartir. Todos tenemos necesidad de expresar nuestros pensamientos, ojala tuviera la valentía de expresar los míos tan abiertamente como tu lo haces pero soy cobarde pues no me gusta que otros sepan demasiado de mí.

La comida ,esas recetas asilvestradas, es lo de menos, lo importante es que estas ahí.
un beso

Boston1955 9 de febrero de 2009, 22:07  

Este es tu espacio y puedes decir y hacer lo que quieras. Animos y no estes enojada. Un fuerte achuchon y perdona, que no te haya posteado antes no estoy mucho por la labor, a mi me da por quedarme sin palabras.
Muacks.

Margarita 9 de febrero de 2009, 22:41  

¡Perdón! ¿Esta es tu casa? Creo que si, que susto, por un momento he llegado a pensar que me había equivocado, y no, yo no me he equivocado, son otros los que se quizás se han confundido de puerta.
Personalmente me gusta leer lo que cuentas, como lo cuentas, y me da igual que algunas veces no se pueda mojar pan en la lectura.
¡Me encantan las tellinas!
Un besazo muy grande.

María 10 de febrero de 2009, 9:58  

Hola, wapa,

llevo un par de días entrando a tu blog para conocerte un poquito. Quiero que sepas que, pese a la dureza de lo que cuentas, leerte es muy agradable, se nota que escribes con el alma y es invitable tomarte cariño con cada una de tus palabras. Quiero mandarte un beso grande, uno más de los muchos que te manda toda la gente, y decirte que seguiré tu blog, de cocina y de no cocina. De todo, de ti.

Un abrazo.

a n i s h i 10 de febrero de 2009, 14:56  

VOSOTRAS LO HABÉIS DICHO TODO, NO QUEDA MUCHO MÁS QUE AÑADIR, SOLO ALGO MUY IMPORTANTE, QUIEN ME HIZO APRENDER CON SUS RUDAS PALABRAS, LO CONSIGUIÓ AUNQUE EN ESTE POST ME REBELE CONTRA ESAS FORMAS. HE APRENDIDO A DISTINGUIR QUE HAY COSAS QUE ME LLEGAN DE VOSOTRAS QUE NO QUIERO OIR Y QUE SIN EMBARGO ME HACEN REFLEXIONAR.
MIS CACHETADAS QUE CRUZARON EL ATLÁNTICO SOLO SIRVEN PARA REAFIRMARME PERO DETRÁS DE LO QUE VINO DE ALLA PARA ACA Y DE ACA PARA ALLA SOLO HAY CARIÑO, MUCHO CARIÑO.
MUCHAS GRACIAS A TOD@S POR VUESTRA PRESENCIA.
UN ABRAZO
ANA

salvia 10 de febrero de 2009, 17:00  

Hola Ana solo decirte que este es tu blog y que quien no quiera que expreses lo que sientes que no entre o que, como ha dicho adormidera, de a la crucecita de arriba y ya está.
Además cada uno puede decir lo que quiera que para eso está la libertad de expresión y no todo en la vida son alegrías hay decepciones muchas y muy grandes ¿no tienes derecho a expresarlo?¿porqué? ¿acaso está feo????? Para que todo sea alegría y felicidad que sintonicen el Disney Channel......
En cuanto a que te precipitaste.... pues no sabes como me alegro porque eso quiere decir que estás mejor de lo que en un principio pensaste!!! Un besazo guapa!!!

Toñi Sempere 11 de febrero de 2009, 22:15  

Lo explicas todo perfectamente, copón !!!.
Te sigo, te leo, reflexiono y poco puedo opinar, no conozco tus sensaciones, sólo me las imagino, y eso me parece tan poquito para darte mi opinión ...
Pero quiero que sepas lo valiente que me pareces.
Te mando un abrazo enorme.

Adhara 14 de febrero de 2009, 1:10  

Un Besazo muy fuerte de todo corazón, Ana.