ESCAPARATE DE DULZURA
He aquí un contraste, la amargura sobre un trasfondo de dulzura. Este es el escaparate de la pastelería que más me gusta de Valencia: La Rosa de Jericó. Una tarde salimos Helena y yo a comprar el regalo de cumpleaños de mi sobrino Víctor que cumple 2 años y con guasa se nos ocurrió ponernos delante de estos dulces por ver si se nos contagiaba algo. Salimos de allí con unas cuantas calorías o al menos con un trocito de felicidad escondida entre chocolates.
Mi aspecto, malo no es, lejos de ser un pastelito como los del fondo, solo podría encontrar semejanza con algún flan de entre todos los dulces. Así estoy, por nada lloro, cuando escribo, cuando os comento, cuando os leo, cuando me miro al espejo, paso el día mirándome intentando alcanzar una rayita más, si me duele lloro y desde finales de Agosto estoy llorando. No le encuentro explicación a no ser que se trate de una acumulación de dolor físico que se ha hecho crónico y que induce a la depresión, como ya conté. Y con esta idea decidí, que recursos no me faltan, hacer una visita a un Fisioterapeuta Osteópata que me recomendó mi peluquero, Toni. Tengo que decir que es maravilloso, que me ha estado rapando la cabeza durante todo este proceso y ahora ultimamente me cortó el pelo intentando dar un poco de forma, coqueta hasta la muerte. Bien, el diagnóstico del Fisio es tremendo, no hay palabras, no estoy exagerando, tenemos mucho trabajo por delante, él y yo, porque mi operación es en Noviembre y si, a quirófano se entra sin dolor y se sale con él, imaginaos entrar con dolor ya. Combino pues, el trabajo de este Fisio con la Rehabilitación del IVO, que no es mala pero .... no hay presupuesto para más, digo yo.
Mi cocina está calladita, me observa, me sonríe, me espera. Los moldes, la zumera, la licuadora, la freidora, la thermomix, la batidora ... están ahí como buenas amigas. El pan está aparcado, las madalenas, ... me he caído con todo el equipo. Ahora aquí se hornean otros ingredientes, como la autoestima, el sentido del humor, la recuperación de la familia, el respeto. Os voy a contar un detalle de esta casa, es una tontería pero nos ha llevado toda la vida. Nosotros siempre comíamos en la cocina porque cabíamos bien y era más cómodo, menos viajes al comedor, todo a mano, en fin, así hemos pasado 21 años. De repente decidí darle uso a la mesa del comedor, niñas a colaborar y a comer con espacio, que ya tenemos todas el culo crecidito y en la cocina no hacemos más que rozarnoslo. Coloqué la mesa que tenía en la cocina, de cristal, en mi rinconcito y puse el ordenador y mis cosas. Me quedó un rincón para estar con vosotras mucho más amplio. Ahora comemos con mucho espacio aunque no tengo excesivas recetas que contaros y las niñas están encantadas de comer donde antes solo comíamos el día de Nochevieja, qué ridículos somos a veces!!!!!. Para cuándo guardamos las cosas?. Para quien?. Y una cosa, que espero que ellas no lean, no ponen la T.V, charlamos cuando acabamos, comentamos, aunque sean chorradas, algo que en la cocina no hacíamos porque masticábamos a ver quien más deprisa para terminar e ir al sofá. Venga, no me digais que mi visita al psicólogo no está dando de sí. Vale que me queda mucho brillo por sacar todavía querid@s, mi intención es pasar por la vida y no que la vida pase por mí. El equipaje que llevo, ya veis que no es de buena calidad, sin embargo, fácil que me sobre todo para este lugar al que venimos de paso.
Os prometí sonrisas y todavía no las traigo pero sí mi presencia. La presencia es muy importante, es el Ser y este es mi Ser. Tardaré en volver porque me duele desde la muñeca hasta la escápula, tengo una contractura en el supraespinoso y mucho dolor que empeora frente al ordenador. Mi próximo post será el número 100 si no me equivoco y para entonces quiero traeros una sonrisa como todos merecemos.