Estamos de luna de miel, quiero decir solos, sin hijas, no de viaje pero sí haciendo lo que nos apetece, sin obligaciones, sin horarios. En una de nuestras salidas, visitamos un pequeño pueblo llamado Los Calpes, cerca de Montanejos. La idea era almorzar allí, en un bar llamado Casa Conchita y luego bañarnos en el río Mijares. Pues el pecado consiste en el almuerzo que nos metimos entre pecho y espalda: una perdiz en escabeche criada por el dueño y escabechada por la Sra.Conchita, deliciosa; una ensalada de tomate y aceitunas; un plato de embutidos de la zona y como remate, un plato de panceta, hecha por el dueño, de un animal cruce entre cerda ibérica y jabalí. Todo regadito con un vino tinto de Calatayud que nos sacó el dueño y que estaba impresionante. Si no, ved la cara que ponemos en la foto que sacamos especialmente para vosotr@s.
En este pueblo todavía se hace matanza, algo que no tengo el gusto de haber disfrutado nunca. Me inspiraron tal confianza que olvidé la macrobiótica por completo jjajajajajaja. Si algún día me dan a elegir la muerte quiero morir a manos de una panceta semejante. Nos sacaron un plato tan grande que la que sobró la tuvimos que guardar en una servilleta porque era una conciencia dejarse aquello allí. Al día siguiente la hice con dos huevos fritos y volvimos a ver las estrellas (esta cutrada no la solemos hacer en ningún restaurante, no os vayáis a pensar!!!!).
Continuamos la visita al río Mijares en el que nos bañamos por la mañana en Los
Baños y por la tarde en La Cerrada (aquí os enseño la fuente), el agua estaba helada,
cuando salí del río no me notaba las piernas, qué gusto!!!!.
Visitamos el balneario y comimos en el Restaurante Casa Palacio.
Mi marido pidió carne a la piedra y ahí yo ya hice huelga, me pedí gazpacho y olla del lugar.
En
Montanejos se pueden hacer muchas actividades como senderismo, canoas, escalada, visitar el Balneario y disfrutar de sus servicios con las propiedades del agua, visitar el castillo, la verdad, una excursión muy interesante.