Helado de fresa y algo más

Este es una helado que prometí a Izaskun en pleno frío de invierno, cuando ella andaba liada en su lucha por su enfermedad y yo admirada por su buen hacer me apunté al carro de superar, si cabe, mi forma de alimentarme. En estas circunstancias siempre se encuentra a alguien que te hace evolucionar.
La primera vez fue un policía que tenía a su mujer ingresada conmigo y que ya andaba muy malita. Me inició en la alimentación natural y mi estancia al lado de ellos transformó mi manera de alimentarme. Por aquel entonces, a la herboristería sólo iba a comprar manzanilla, no tenía más conocimientos. Desde entonces mi preocupación por lo que como ha sido constante y para algunos enfermiza, para algunos que prefieren tomarse una pastilla para dormir a optar por una infusión de pasiflora, un baño con aceites esenciales, la lectura de un cuento o quizás un licuado de lechuga (pero eso mejor por la mañana).
Esta vez fue con Izaskun. Su espacio me recicló todo lo que de nuevo debía poner en práctica porque me había relajado. Vivir con una familia que no comulga con tus ideas, que están desesperados por comer carne, que se ríen de ti cuando compras productos orgánicos, biológicos, unas niñas que desesperan cuando no tienen galletas con grasas hidrogenadas, cuando ya Nueva York las ha eliminado de sus supermercados, es una batalla para la que se necesita una buena armadura. No he conseguido sustituir el placer que les dan los productos comerciales con todos los dulces que he podido aprender. No soy persona que tire la toalla fácilmente pero este tema está empezando a poder conmigo. No se hasta qué punto soy responsable de su alimentación ni hasta qué punto están obligadas a seguir mis pasos. La alimentación que seguimos cada uno va en función de nuestras necesidades, de nuestro poder adquisitivo, de nuestro orden de preferencias, de nuestras prioridades y de los palos que nos haya dado la vida. No tengo ningún conocimiento en medicina, ni en nutrición, sólo se lo que leo de manos de buenos profesionales y, desde luego, si hay tanto cáncer por algo tiene que ser. Que en los departamentos de Oncología de la S.S no estén dispuestos a reconocer que la alimentación sin gluten, por ejemplo, es beneficiosa para el paciente con cáncer, es algo que no puedo comprender. Solo cabe pensar que tienen un presupuesto y que no les conviene la alarma social.
Bueno Izaskun, querías tu heladito y a ti va dedicado. Como tú te llevas esta bola, el resto nos lo comemos mis amig@s bloguer@s y yo. La foto, un poco borrosa, ya ves que se me deshacía por momentos, es el calor.

Ingredientes
1 kg de fresas
400 gr azúcar

Preparación
Triturar ambos ingredientes en el Thermomix. Poner el vaso tapado en el congelador un par de horas. Sacarlo y volver a triturar, queda el triturado más fino y cremoso. Se puede añadir nata al gusto, yo no uso nata de vaca.
Volcar en un recipiente y poner en el congelador.