He estado ocupada indagando sobre la cocina energética, leyendo algunos temas que me facilitó una amiga a la cual tengo mucho cariño y siguiendo su blog que me sirve a mí y a otra gente a encontrar alternativas a la alimentación que, de manera rutinaria, sigo normalmente pero que nunca me había parado a añalizar tan minuciosamente como hasta ahora.
De sus manos me han llegado libros como "La nueva cocina energética" y "Alquimia en la cocina" de Montse Bradford, maravillosos de los que estoy aprendiendo principios de nutrición como por ejemplo: "si comemos fruta o dulces imnediatamente después de tomar leguminosas en la comida, el contenido proteínico de las leguminosas no será absorbido por el organismo, pues tanto la fruta como los dulces inhiben la absorción de proteínas vegetales".
Imaginaos la de veces que he intentado darles a mis hijas una fruta después de un plato de lentejas, pues toda la vida!!!!.
He estado cocinando platos muy nutritivos de legumbres con verduras y algas pero ya os los presentaré conforme los vaya perfilando. Estoy intentando cambiar un poco más mi alimentación por temas de salud, como sabeis. Pero ésto, como todo, tiene que ser poco a poco porque basta que me digan que no debo comer carne para que me entre el mono y me dé un atracón de chuletas de cordero. Así que con calma iré tratando de cuidar mi alimentación y depurar técnicas que erróneamente practicaba.
Os presento pues un desayuno a base de leche de coco, cereales crudos cocidos en casa y semillas. La leche de coco la compro en la herboristería, mirad bien los ingredientes para que no lleve ningún espesante. Suele durar 4 días desde que la abris. Si abris un bote y luego no os gusta el desayuno que os presento, la restante la podeis añadir a una crema de calabaza.
Ingredientes
un bote de leche de coco de origen orgánico
medio vaso de: mijo y quinoa crudos (medio vaso entre los dos cereales mezclados) biológicos
un vaso de agua (el doble que la de cereal)
semillas de lino de cultivo biológico
semillas de sésamo de cultivo biológico
un pellizco de canela
Preparación
Se pone a hervir el agua y se cuecen a fuego lento el mijo y la quinoa mezclados. Se añade un pellizco de canela. Cuando esté listo se aparta del fuego y se deja enfriar.
Se ponen dos o tres cucharadas soperas de los cereales, se añade la leche de coco tan líquido como se desee y por último semillas de lino y de sésamo.
Se mezcla todo. Tiene un agradable sabor y no lleva azúcar, el mijo tiene un sabor dulce. Es muy rico en fósforo, hierro, vitamina A y lecitina. Es un buen cereal para la fatiga intelectual, la depresión nerviosa y la anemia. Ayuda a regular el nivel de azúcar en la sangre. Es fácil de cocinar. La quinoa es un cereal muy versátil y se cocina rápidamente, es ligera y con un sabor particular. También se puede utilizar en sopas, cremas, potajes, ensaladas, salteados de verduras etc. Las semillas de lino regulan el tránsito intestinal y el sésamo contiene más calcio que el de la leche de vaca. La leche de coco se considera una bebida remineralizante pero por su excesivo aporte de grasas, sobre todo saturadas no es aconsejable en personas con problemas cardiovasculares.
Este es un desayuno ocasional si lo haceis con leche de coco. Ésta podéis sustituirla por leche de arroz, avena, almendra o cualquier otra vegetal.
El lado amargo de mi vida me hace empezar una transición, cambiar mis hábitos alimentarios todavía más ya que es la segunda vez que paso por este trance. No soy una persona radical pero sí abandonaré ciertas costumbres para introducir otras más sanas. Os iré contando.